Mitos y verdades sobre la implementación de la ley karin en la empresa

La Ley Karin: Mitos y realidades sobre su implementación en las empresas

Desde su entrada en vigor el 1 de agosto de 2024, la Ley Karin (Ley 21643) ha generado un gran interés y, al mismo tiempo, muchas dudas entre empresarios, trabajadores y profesionales de recursos humanos. Como sucede con cualquier nueva legislación, han surgido mitos y malentendidos que pueden dificultar su correcta implementación. En este artículo desmitificaremos algunas creencias comunes y aclararemos lo que realmente implica esta ley, destacando cómo puede ser una oportunidad para las empresas.

¿Qué es la Ley Karin y por qué es importante?

La Ley Karin busca prevenir y abordar la violencia, el acoso laboral y el acoso sexual en los lugares de trabajo. Esta legislación establece nuevas obligaciones para las empresas, como la implementación de protocolos preventivos, la formación de los trabajadores y la creación de canales confidenciales para denuncias.

Su relevancia radica en que no solo protege a las víctimas, sino que también ayuda a las organizaciones a fomentar un entorno laboral saludable, inclusivo y seguro, independiente de su tamaño o de la actividad económica en la cual se desarrolle.

Mitos y realidades sobre la Ley Karin

  1. “Solo aplica para grandes empresas.”
    • Mito: Muchas personas creen que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) están exentas de cumplir con la Ley Karin, que no les afecta directamente, incluso, que no les fiscalizarán.
    • Realidad: La ley es aplicable a todas las empresas, independientemente de su tamaño. Sin embargo, las exigencias pueden variar dependiendo de los recursos disponibles y la cantidad de trabajadores.
  2. “La ley solo busca castigar a las empresas.”
    • Mito: Existe la percepción de que esta Ley 21643 es únicamente punitiva.
    • Realidad: La Ley Karin tiene un enfoque preventivo. Busca que las empresas tomen medidas proactivas para evitar incidentes, priorizando la creación de un ambiente laboral sano y seguro antes de recurrir a sanciones.
  3. “Es suficiente tener un protocolo en papel.”
    • Mito: Algunas empresas creen que basta con diseñar un protocolo y archivarlo para cumplir con la normativa. Copiar y pegar, como se diría en jerga computacional.
    • Realidad: No basta con crear un documento; la implementación real es clave. Esto incluye conocer la organización, conocer su estado para crear protocolos específicos, además, la capacitación de los equipos, la promoción de canales de denuncia accesibles y el seguimiento de cada caso reportado.
  4. “La ley solo protege a las mujeres.”
    • Mito: Dado que el acoso sexual afecta mayoritariamente a las mujeres, se asume que esta legislación está diseñada exclusivamente para protegerlas.
    • Realidad: La Ley Karin protege a todas las personas, independientemente de su género, edad o cargo, y cubre tanto a trabajadoras como a trabajadores.
  5. “Las denuncias falsas serán un problema constante.”
    • Mito: Existe el temor de que la ley fomente denuncias falsas que perjudiquen a las empresas o empleados.
    • Realidad: Si bien las denuncias falsas pueden ocurrir, la mayoría de los casos son genuinos y requieren una gestión adecuada. Además, la ley enfatiza la importancia de realizar investigaciones imparciales y confidenciales para proteger a todas las partes involucradas.
  6. “Quien denuncia falsamente no recibe ningún castigo.”
    • Mito: Existe la sensación de que la ley 21643 podría servir a personas que denuncien falsamente a recibir cierto grado de impunidad.
    • Realidad: La Ley Karin obliga a investigar todas las denuncias presentadas en el canal de denuncias que haya dispuesto la empresa, por lo que si en el proceso de investigación se determina que la denuncia es falsa, que se actuó de mala fe, con la intención de dañar a una persona o a la propia empresa, el investigador podrá proponer sanciones para el denunciante.
  7. “Existe una lista oficial de acciones prohibidas.”
    • Mito: Existe una lista oficial de acciones específicas prohibidas por la Ley 21643 que determinan el acoso o la violencia. Muchas personas creen que la ley incluye un catálogo detallado de conductas que están automáticamente consideradas como acoso o violencia laboral, lo que genera confusión sobre qué está permitido y qué no en el lugar de trabajo.
    • Realidad: La Ley Karin no contiene una lista rígida de conductas prohibidas; evalúa el contexto y el impacto de las acciones. La ley define el acoso y la violencia laboral en términos amplios y enfocados en el efecto que las acciones o comportamientos tienen sobre las personas y el ambiente laboral, se debe evaluar caso a caso.

Cómo puede beneficiar la Ley Karin a las empresas

Lejos de ser una carga, la Ley Karin ofrece múltiples beneficios cuando se implementa correctamente:

  1. Mejora del clima laboral: Un ambiente seguro y respetuoso aumenta la satisfacción y el compromiso de los empleados.
  2. Reducción de riesgos legales: Cumplir con la normativa minimiza las posibilidades de enfrentar sanciones o demandas.
  3. Reputación positiva: Las empresas que adoptan estas medidas son percibidas como responsables y comprometidas con el bienestar de su equipo.
  4. Mayor productividad: Trabajadores que se sienten valorados y protegidos son más productivos y leales a la organización.

La Ley Karin es mucho más que una obligación legal; es una oportunidad para transformar las empresas y construir espacios de trabajo más seguros, equitativos y productivos. Adoptarla con seriedad y compromiso puede marcar una diferencia significativa en la vida de los trabajadores y en el éxito de las organizaciones.

En ILIA Consultores, contamos con más de una década de experiencia apoyando a las empresas en la implementación de políticas laborales efectivas. Si necesitas asesoría o herramientas para cumplir con la Ley Karin, estamos aquí para ayudarte.