Ley Karin protege a los trabajadores de establecimientos educativos frente a situaciones de violencia o acoso por parte de apoderados

Ley Karin y Apoderados: Derechos, Responsabilidades y la Construcción de Ambientes Escolares Seguros

La entrada en vigencia de la Ley Karin (Ley 21.643) en agosto de 2024 ha generado un cambio en la forma en que se aborda la violencia y el acoso en diversos entornos laborales. Aunque comúnmente se asocia con oficinas y empresas, su aplicación también abarca a las instituciones y comunidades educativas, un espacio donde la interacción entre docentes, estudiantes, funcionarios y apoderados puede volverse compleja.

Uno de los grandes desafíos que enfrentan los colegios y jardines infantiles es la relación entre los apoderados y los equipos educativos. En muchas ocasiones, estas interacciones pueden tornarse conflictivas, generando situaciones de acoso o violencia que afectan el clima escolar y el bienestar de la comunidad educativa.

En este artículo, exploraremos cómo la Ley Karin protege a los trabajadores de establecimientos educativos frente a situaciones de violencia o acoso por parte de apoderados, qué medidas deben adoptar estas organizaciones para prevenir estos incidentes y cómo fomentar una cultura de respeto y colaboración en el ámbito escolar.

¿Cómo se aplica la Ley Karin en las instituciones educativas?

Las escuelas, colegios y jardines infantiles no solo son espacios de aprendizaje, sino también entornos laborales donde interactúan docentes, asistentes de la educación, directivos y personal administrativo. La Ley Karin protege a estos trabajadores frente a situaciones de acoso o violencia, sin importar de dónde provengan.

Esto significa que los colegios están obligados a tomar medidas preventivas y correctivas ante situaciones en las que un apoderado incurra en actos de violencia o acoso contra un trabajador del establecimiento.

Algunas situaciones comunes en las que esta ley puede aplicarse incluyen:

  • Acoso verbal o amenazas de apoderados a docentes o administrativos.
  • Denuncias públicas infundadas o campañas de desprestigio en redes sociales.
  • Agresiones físicas o psicológicas en reuniones o eventos escolares.
  • Exigencias desmedidas o trato irrespetuoso hacia los funcionarios del colegio.

¿A quién protege la Ley Karin dentro del ámbito escolar?

Bajo esta legislación, están protegidos todos los trabajadores de los establecimientos educativos, entre ellos:

  1. Docentes
  2. Asistentes de la educación
  3. Directivos y personal administrativo
  4. Personal de apoyo externo

Esto implica que cualquier trabajador del colegio que sea víctima de acoso laboral, violencia física o verbal por parte de un apoderado puede recurrir a las normativas de la Ley Karin para exigir protección y tomar acciones legales.

En este contexto, tanto los estudiantes como los apoderados no están sujetos a las normativas laborales, especialmente al Reglamento Interno de Orden, Higiene y Seguridad (RIOHS), sino que se rigen por las normativas educacionales establecidas en el Reglamento Interno del Establecimiento (RICE). Por lo tanto, las medidas de prevención e investigación aplicables deben ajustarse a este último reglamento.

¿Qué medidas deben adoptar los colegios para cumplir con la Ley Karin?

Los establecimientos educativos deben contar con protocolos claros para prevenir y abordar situaciones de violencia o acoso en las que los apoderados estén involucrados. Algunas de las medidas más relevantes incluyen:

1. Definir y comunicar normas de convivencia

  • Los colegios deben establecer un Código de Conducta para Apoderados, donde se especifiquen las normas de respeto y las consecuencias de su incumplimiento.
  • Es recomendable que este código se firme al momento de la matrícula y se refuerce en reuniones de apoderados.

2. Implementar protocolos de denuncia y actuación

3. Capacitación y sensibilización

  • Tanto docentes como asistentes de la educación deben recibir formación sobre sus derechos bajo la Ley Karin, así como estrategias para manejar conflictos con apoderados.
  • También es útil realizar charlas informativas para los apoderados, promoviendo un clima de respeto y colaboración.

4. Uso de mediación y resolución de conflictos

  • En casos de conflictos con apoderados, se pueden implementar instancias de mediación antes de escalar la situación a instancias legales o administrativas.
  • Un equipo de convivencia escolar puede ser clave para facilitar estos procesos.

5. Aplicación de sanciones en casos graves

  • En situaciones donde un apoderado incurra en agresiones, amenazas o acoso sostenido, se pueden tomar medidas como la restricción del ingreso al establecimiento, la derivación del caso a la Inspección del Trabajo o incluso acciones legales en casos extremos.

Construyendo una comunidad educativa basada en el respeto

Si bien la Ley Karin brinda un marco legal para proteger a los trabajadores de los establecimientos educativos, es clave fomentar una cultura de respeto mutuo y comunicación efectiva dentro de la comunidad escolar.

Los apoderados juegan un rol fundamental en la educación de sus hijos, y su relación con los docentes y el personal del colegio debe basarse en la confianza y la colaboración. Algunas estrategias para mejorar esta interacción incluyen:

  • Promover reuniones constructivas
  • Implementar canales de comunicación efectivos
  • Fomentar la corresponsabilidad

La Ley Karin no solo protege a los trabajadores de empresas privadas, sino que también ampara a docentes, asistentes de la educación y funcionarios de colegios y jardines infantiles frente a situaciones de violencia o acoso por parte de apoderados.

Su correcta implementación es clave para garantizar espacios educativos seguros, donde los profesionales puedan desempeñar su labor sin temor a amenazas o agresiones. Al mismo tiempo, es una oportunidad para fortalecer la relación entre familias y escuelas, promoviendo un entorno de respeto y colaboración mutua.

En ILIA Consultores, y nuestra metodología de Organización Resiliente ofrecemos asesoría a establecimientos educativos para implementar protocolos de prevención y acción bajo la Ley Karin, asegurando que tanto los trabajadores como la comunidad escolar puedan desarrollarse en un ambiente seguro y libre de violencia. ¡Contáctanos y transforma tu colegio en un espacio de respeto y bienestar para todos!