La Ley Karin, oficialmente Ley 21.643, representa uno de los avances más relevantes en la legislación laboral chilena, al establecer un marco claro para prevenir, investigar y sancionar el acoso laboral, el acoso sexual y la violencia en el trabajo.
Esta ley no nació desde una sala técnica ni desde un escritorio parlamentario: nació del sufrimiento y la tragedia de una trabajadora, Karin Salgado, que fue víctima de acoso laboral y no encontró respuestas ni contención de su empleador ni del sistema.
Hoy, su nombre se convierte en símbolo de memoria, justicia y reparación.
Karin Salgado era una TENS (Técnico en Enfermería de Nivel Superior) que trabajaba en el Hospital Herminda Martín de Chillán. Durante años denunció situaciones de acoso laboral, hostigamiento y maltrato en su lugar de trabajo.
A pesar de acudir a instancias internas y de salud mental, su sufrimiento fue invisibilizado y desestimado. El 12 de noviembre de 2019, Karin decidió quitarse la vida, dejando una carta que daba cuenta del daño que había vivido en su ambiente laboral.
Su muerte generó indignación pública, especialmente en los sectores de la salud, y movilizó a sindicatos, organizaciones de mujeres, trabajadoras y legisladores a exigir un cambio estructural. Así nació el impulso de crear una ley que llevara su nombre y evitara que otras personas vivieran lo mismo.
En paralelo a este contexto nacional, en junio de 2019, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio 190, que establece el derecho de toda persona a un trabajo libre de violencia y acoso.
El convenio aborda:
Chile ratificó el Convenio 190, y se convirtió en uno de los pocos países en el mundo —y uno de los primeros en América Latina— que además tradujo este compromiso en una ley concreta y aplicable: la Ley Karin.
Esto lo posiciona como referente regional en legislación laboral con enfoque de derechos humanos y género.
Impulsada por la necesidad de dar respuesta a una deuda histórica con las víctimas de acoso laboral, el proyecto de ley fue presentado en el Congreso en 2022.
Durante su tramitación, se incorporaron principios del Convenio 190 y se recogieron testimonios de sindicatos, sobrevivientes y organizaciones feministas.
Fechas clave:
Chile no solo ratificó el Convenio 190, sino que además creó legislación coherente y aplicable, lo que lo ubica entre los pocos países que han:
Chile es hoy referente en legislación laboral centrada en el bienestar psicológico y la dignidad humana.
La Ley Karin es una conquista lograda desde el dolor. Pero no basta con tenerla escrita: debe implementarse, respetarse y vivirse a diario.
Quienes lideran organizaciones deben entender que proteger a sus equipos no es solo un deber legal, es una responsabilidad ética.
Y quienes trabajan, deben saber que no están solos ni solas, y que su dignidad vale más que cualquier cargo o productividad.
En ILIA Consultores, trabajamos para honrar el espíritu de esta ley con acciones concretas, promoviendo ambientes laborales donde lo humano esté siempre primero.
Que el nombre de Karin Salgado nos acompañe como una guía para nunca volver a callar.