Capacitaciones sobre la ley karin a empresas

¿Cómo capacitar al 100% del personal sobre la Ley Karin sin afectar la operación?

Estrategias efectivas para cumplir con la normativa sin perder productividad

La Ley Karin (N.º 21.643) ha marcado un antes y un después en la cultura organizacional chilena, al establecer la obligatoriedad de prevenir, investigar y sancionar el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo. Uno de los principales desafíos que plantea la ley, especialmente para las empresas medianas y grandes, es:

¿Cómo capacitar al 100% del personal sin detener la operación diaria?

Capacitar no es solo cumplir. Es formar, sensibilizar y comprometer. Pero hacerlo bien, sin afectar los flujos productivos, requiere creatividad, planificación y decisión.

¿Por qué la capacitación es obligatoria?

La Ley Karin exige que todas las personas trabajadoras reciban capacitación sobre:

Esta exigencia no distingue por tipo de contrato, cargo, jornada o modalidad de trabajo. Por lo tanto, todos deben ser incluidos, sin excusas.

No basta con entregar un documento o pedir una firma: debe existir una acción formativa, preferentemente con respaldo, evidencia y evaluación.

¿Por qué cuesta tanto cumplir esta exigencia?

En nuestras conversaciones con empresas, estos son los principales obstáculos que manifiestan:

  • Jornadas apretadas o turnos rotativos que dificultan la participación.
  • Personal de terreno o trabajo remoto disperso geográficamente.
  • Resistencia a lo “teórico” o a “temas blandos” por parte de ciertos cargos.
  • Falta de presupuesto para contratar facilitadores externos.
  • Percepción de que las capacitaciones restan tiempo a la producción.
  • Dificultades logísticas para coordinar a todas las áreas simultáneamente.

Pero con una estrategia clara y flexible, es completamente posible cumplir sin descuidar la operación.

7 estrategias para capacitar sin frenar el funcionamiento

Aquí compartimos prácticas concretas que ya han sido aplicadas exitosamente en empresas chilenas de distintos tamaños y rubros.

1. Diseña cápsulas breves, específicas y enfocadas

En lugar de una jornada larga, opta por:

  • Cápsulas de 30 a 45 minutos, enfocadas en temas clave.
  • Formatos presenciales o virtuales.
  • Actividades breves de participación o reflexión.

Lo breve y bien diseñado vale más que una maratón de contenidos olvidables.

2. Capacita por grupos o equipos

Divide el personal en bloques de capacitación según áreas o turnos. Así:

  • Evitas vaciar una unidad completa por horas.
  • Aseguras participación más activa.
  • Puedes personalizar ejemplos y casos según el contexto.

Eso sí, todos deben recibir la misma información mínima esencial.

3. Utiliza herramientas digitales

Para personal remoto, en terreno o con horarios variables, las plataformas eLearning son aliadas poderosas:

  • Cursos asincrónicos con contenidos modulares.
  • Evaluaciones automáticas al final de cada módulo.
  • Registro de participación y seguimiento.

Lo ideal es acompañar estos cursos con una sesión sincrónica breve, para resolver dudas o aterrizar los contenidos.

4. Integra la capacitación en otras actividades

¿Hay reuniones de seguridad, de equipo, de resultados? Utilízalas como espacios para:

  • Reforzar conceptos de la ley.
  • Presentar el protocolo.
  • Simular casos o dilemas éticos.

Esto no reemplaza la capacitación formal, pero reduce la carga extra de horas agregadas.

5. Capacita a líderes como agentes multiplicadores

Forma primero a líderes, supervisores y jefaturas para que:

  • Conozcan bien el protocolo.
  • Puedan resolver dudas básicas del equipo.
  • Actúen como modelos de prevención y respeto.

Pero cuidado: no deben reemplazar a expertos ni realizar capacitaciones por su cuenta sin guía.

6. Incorpora evaluación y seguimiento

Para que la capacitación sea efectiva:

  • Incluye preguntas de comprensión al final.
  • Solicita feedback sobre la utilidad de la instancia.
  • Haz seguimiento a quienes no hayan participado.

Capacitar no es marcar asistencia, es lograr comprensión y compromiso.

7. No olvides a subcontratistas, honorarios o temporales

Muchas empresas olvidan que la Ley Karin protege a todas las personas que prestan servicios, aunque no tengan contrato directo. Por lo tanto, incluye también:

  • Personal externo.
  • Prestadores de servicios habituales.
  • Internos o practicantes.

La prevención debe ser para todos, no solo para los de planta.

¿Y si aún así no es posible llegar al 100%?

La recomendación es crear un plan de cobertura progresiva, que justifique:

  • A quiénes ya se capacitó.
  • Qué acciones están en marcha para los restantes.
  • Qué plazos se definieron para completar la formación.

Esto es especialmente útil ante fiscalizaciones, inspecciones o auditorías internas.

Capacitar no es una exigencia administrativa más. Es una forma concreta de construir ambientes más justos, conscientes y seguros.

Una empresa que se compromete realmente con la prevención, encuentra los caminos. Y al hacerlo, fortalece no solo su cumplimiento legal, sino también su clima, liderazgo y reputación.

En ILIA Consultores, hemos acompañado a múltiples organizaciones en el diseño de planes de capacitación efectivos, atractivos y adaptados a sus realidades. Te ayudamos a cumplir con la Ley Karin sin detener tu operación y, más importante aún, sin perder el sentido de humanidad y respeto que esta ley viene a reforzar.