
Ley Karin: ¿A quién protege y a quién aplica?
La Ley Karin (Ley 21.643), en vigor desde agosto de 2024, marca un antes y un después en la forma en que las empresas deben abordar la violencia, el acoso laboral y el acoso sexual en el trabajo. Si bien su objetivo principal es proteger a los trabajadores de estas situaciones, su aplicación va mucho más allá de lo que algunos creen.
Aún existen dudas sobre quiénes están realmente protegidos bajo esta ley y a qué empresas o personas aplica. En este artículo, responderemos a esas preguntas clave y explicaremos por qué su correcta implementación es fundamental tanto para los trabajadores como para las organizaciones.
¿A quién protege la Ley Karin?
La Ley Karin tiene un enfoque amplio y busca proteger a todas las personas que formen parte de un entorno laboral, sin importar su cargo, tipo de contrato o nivel de responsabilidad.
Específicamente, esta ley protege a:
- Trabajadores bajo contrato de trabajo: Incluye a empleados con contrato indefinido, a plazo fijo o por obra y faena. Protege tanto a trabajadores del sector público como privado.
- Aprendices, practicantes y pasantes: Personas que realizan prácticas profesionales en una empresa están protegidas por la ley, aun cuando su relación no sea contractual en términos laborales tradicionales.
- Contratistas y subcontratistas: Cubre a trabajadores de empresas contratistas que prestan servicios dentro de una organización. También se extiende a empleados de subcontratistas, protegiéndolos de cualquier situación de violencia o acoso en el ambiente laboral donde desempeñan sus funciones.
- Prestadores de servicios externos y trabajadores independientes: Aquellas personas que, sin un contrato directo con la empresa, realizan labores en sus dependencias también están bajo el amparo de la ley.
- Funcionarios públicos y trabajadores del Estado: La ley no se limita al sector privado; también protege a empleados del sector público, quienes deben contar con medidas claras para prevenir y gestionar casos de acoso o violencia.
- Empleadores y líderes organizacionales: Aunque generalmente se piensa en la protección hacia empleados, la ley también protege a gerentes, directivos y supervisores en caso de ser víctimas de acoso o violencia por parte de otros trabajadores o terceros.
- Testigos y denunciantes: La normativa protege a quienes sean testigos o denuncien un caso de acoso o violencia, evitando represalias en su contra.
¿A quién aplica la Ley Karin?
La Ley Karin obliga a todas las empresas y organizaciones a adoptar medidas preventivas y mecanismos de acción, independientemente de su tamaño o giro.
- Empresas privadas de cualquier rubro: Desde grandes corporaciones hasta pequeñas y medianas empresas (PYMEs). Negocios con un solo empleado o con miles de trabajadores deben cumplir con la normativa.
- Instituciones públicas y estatales: Ministerios, municipalidades, empresas públicas y cualquier organismo del Estado.
- Empresas con trabajadores subcontratados o externalizados: Deben asegurarse de que sus contratistas cumplan con los protocolos de prevención y gestión de violencia y acoso en el trabajo.
- Organizaciones sin fines de lucro y cooperativas: Fundaciones, ONGs y asociaciones gremiales también están sujetas a la ley.
- Colegios, universidades e instituciones educativas: Se aplica tanto a docentes y personal administrativo como a practicantes y colaboradores externos.
- Establecimientos de salud y centros médicos: Clínicas, hospitales y centros de atención primaria deben garantizar entornos seguros para sus trabajadores.
- Cualquier empresa que reciba trabajadores de terceros: Si una empresa recibe servicios de empresas externas (como seguridad, limpieza o consultorías), también tiene responsabilidad en la prevención de violencia y acoso en su entorno.
¿Por qué es importante saber a quién protege y a quién aplica?
- Evita confusiones y malos entendidos: Muchas empresas creen erróneamente que solo aplica a empleados bajo contrato, cuando en realidad protege a un espectro mucho más amplio de trabajadores.
- Facilita la implementación de protocolos adecuados: Entender que la ley aplica a trabajadores externos, contratistas y líderes permite que las organizaciones diseñen estrategias más efectivas y completas.
- Reduce el riesgo de sanciones: No cumplir con la Ley Karin puede traer multas y otras consecuencias legales, especialmente si la empresa ignora a alguno de los grupos protegidos.
- Fomenta ambientes laborales más seguros y resilientes: Una correcta aplicación de la ley fortalece la cultura organizacional y mejora el clima laboral, reduciendo la rotación y el ausentismo.
La Ley Karin no solo protege a los trabajadores tradicionales, sino a todas las personas que forman parte del entorno laboral de una organización. Al mismo tiempo, aplica a todas las empresas y organismos, sin importar su tamaño o rubro.
Más que una obligación legal, esta ley representa una oportunidad para transformar la cultura de trabajo, asegurando que todos los colaboradores puedan desempeñar sus funciones en un ambiente seguro, respetuoso y libre de violencia.
En ILIA Consultores, y nuestra metodología de Organización Resiliente te ayudamos a comprender y aplicar la Ley Karin de manera efectiva, asegurando que tu empresa no solo cumpla con la normativa, sino que también se convierta en un referente de buenas prácticas laborales.