Cómo avanzar del cumplimiento normativo a una cultura de confianza, prevención y cuidado
Durante años, las organizaciones se han enfocado en la seguridad física de los espacios laborales: evitar accidentes, cumplir protocolos, usar elementos de protección. Sin embargo, hoy, la seguridad laboral ya no se mide solo en cascos y barandas, sino también en la salud emocional, la calidad de las relaciones y el respeto entre personas.
La entrada en vigencia de la Ley Karin (Ley 21.643) no solo obliga a las empresas a prevenir el acoso y la violencia, sino que instala un nuevo estándar: la psicoseguridad organizacional.
Este concepto representa un cambio de paradigma. Ya no se trata solo de evitar el daño, sino de construir activamente entornos psicológicamente seguros, donde trabajar no sea una fuente de sufrimiento, sino una experiencia digna, respetuosa y saludable.
La psicoseguridad organizacional se refiere a la capacidad de una organización para garantizar que sus trabajadores puedan expresarse, relacionarse, participar y desarrollarse sin temor a ser juzgados, excluidos, acosados o violentados.
Incluye aspectos como:
La Ley 21.643, vigente desde agosto de 2024, establece que todas las empresas deben:
Esto exige acciones que van mucho más allá de lo legal. Exige cambiar la cultura interna, identificar factores de riesgo psicosocial, formar líderes conscientes y tener políticas de cuidado activo.
En otras palabras: no hay cumplimiento real de la Ley Karin sin psicoseguridad organizacional.
Cuando las personas no se sienten psicológicamente seguras en su trabajo, ocurren fenómenos como:
Y cuando esto se normaliza, la empresa entra en una zona de riesgo permanente, tanto legal como reputacional.
A continuación, te presentamos acciones concretas que toda empresa puede implementar para avanzar en este estándar:
1. Formación continua en buen trato, liderazgo y derechos laborales
No basta con una charla anual. Se requiere un plan formativo sostenido que incorpore:
2. Evaluación de riesgos psicosociales
Aplicar instrumentos como SUSESO-ISTAS 21 u otros cuestionarios validados que permitan:
3. Espacios seguros para conversar lo difícil
4. Políticas claras contra la violencia y las represalias
5. Liderazgos que cuidan
Sí. No importa si la empresa es pequeña o grande, si tiene 10 o 1.000 trabajadores/as.
La psicoseguridad organizacional es transversal y adaptable, y su aplicación puede ser gradual, pero no opcional.
Además, una empresa con altos niveles de psicoseguridad:
✔ Retiene talentos
✔ Reduce el ausentismo y la rotación
✔ Mejora la productividad y el clima
✔ Refuerza su reputación interna y externa
Reflexión final: el nuevo estándar ya está aquí
La Ley Karin llegó para quedarse. Y con ella, la exigencia no solo de prevenir el daño, sino de crear culturas laborales basadas en el cuidado, el respeto y la salud mental.
En ILIA Consultores, trabajamos con organizaciones que entienden que cumplir la ley es el mínimo, pero que construir ambientes de trabajo sanos es el verdadero compromiso.
Porque no se trata solo de evitar denuncias, sino de que nadie tenga que hacerlas.